Las comunidades que han sido desplazadas de sus hogares en el sur de Chiapas debido a los constantes enfrentamientos entre cárteles se han dirigido a Comitán para recibir donaciones de alimento y ropa.
Los pobladores de asentamientos alrededor de la represa de Angostura han tenido que abandonar sus pertenencias, residencias y animales ante la violencia de los grupos criminales que buscan controlar el territorio, un punto estratégico para el tráfico de migrantes, armas y drogas.