Jueves 7 de marzo de 2024, p. 17
La participación de las mujeres en el mercado laboral mexicano es de las más bajas en América Latina, un hecho influenciado por factores sociales y culturales que limitan su incorporación a las actividades económicas aunado a la falta de políticas públicas, dio a conocer Citibanamex.
De acuerdo con un análisis realizado por el banco, la participación laboral de las mujeres ha aumentado recientemente hasta llegar a un máximo de 46.5 por ciento al cierre del cuarto trimestre de 2023, un avance si se considera que en 2005 el porcentaje era de 40.9.
No obstante, señaló, es una de las menores tasas de participación respecto al promedio de 53.3 por ciento que se tiene en América Latina, y muy por debajo
del 76.4 por ciento de los hombres.
Además de las discrepancias generales que hay por las dimensiones de la población económicamente activa entre hombres y mujeres, en la población ocupada femenina existen características particulares que, muchas veces, responden a las necesidades o condiciones de la vida familiar
, explicó.
El análisis, realizado por Guillermina Rodríguez, subdirectora de análisis económico de Citibanamex, precisó que las mujeres que laboran lo hacen principalmente en los servicios y gran parte de ellas en el sector informal.
Refirió que casi ocho de cada 10 mujeres laboran en el sector terciario (78.2 por ciento del total, equivalente a 19 millones) y 57 por ciento o 10.8 millones lo hacen en la informalidad.
Diferencias salariales
De forma detallada, las actividades con mayor absorción de mano de obra femenina son el comercio, 25.6 por ciento del total (con una informalidad de 66.3 por ciento); los servicios diversos, 14 por ciento del total (89 por ciento de informalidad), y los servicios sociales con 13 por ciento (informalidad de 20.8 por ciento).
Las mujeres dedican gran parte de su tiempo a actividades consideradas no económicas, lo que limita su tiempo en el mercado de trabajo. Cifras del Inegi señalan que hasta el cuarto trimestre de 2023 los hombres laboraron 45.4 horas a la semana, mientras las mujeres lo hicieron en 38 horas, 7.4 horas menos
.
Enfatizó que al incluir a las mujeres que no forman parte de la población económicamente activa, es decir, el total de la población, la brecha en horas dedicadas al cuidado del hogar, hijos y personas enfermas o mayores aumenta considerablemente.
Citibanamex expuso que la maternidad y el cuidado a otras personas limitan el deseo de trabajar de gran número de mujeres, mientras otro factor que les impide estar en el mercado laboral es que perciben menores ingresos, no sólo por laborar menos horas a la semana, sino también por la persistencia en diferencias salariales respecto a los hombres, principalmente en sectores donde se ocupan gran parte de ellas.
Las cifras muestran que aún prevalecen factores sociales y culturales que limitan la mayor incorporación de las mujeres a actividades económicas, y la falta de políticas públicas lo acentúa. El fortalecimiento de la educación sexual temprana, legislaciones tendientes a disminuir las brechas salariales a trabajos equivalentes y apoyar a las mujeres en las primeras etapas de la maternidad son algunos temas pendientes en México
, agregó el estudio de la institución financiera.